DESPUÉS DE MI MADRE, NADIE Y LUEGO TÙ

Quien me haya amado así
hasta estas horas, en las que aún respiro
hasta estas horas, en las que peregrino
hacia mi ocaso resignado
después de mi Madre, nadie y luego Tú
ocupan un lugar privilegiado
después de mi Madre, nadie y luego Tú
me han dado un amor tan elevado
quien me haya amado así
sin esperar que a cambio les devuelva igual gesto
y que más bien por esto
di ausencias y descuidos
después de mi Madre, nadie y luego Tú
tiene el don del Perdón y del Olvido
a quien me dio la luz
con el más grande gozo de ser hijo de ella
con el más grande gozo de ser su quinta estrella
y me dio más aún, la savia de sus senos
después de mi Madre, nadie y luego Tú
ejercen los mismos Ministerios
después de mi Madre, nadie y luego Tú
son las mismas, sin que quieras parecerlo
después de mi Madre, nadie y luego Tú
la Luisa de mi vida y mi María de todos los momentos.